a Talar









ciudad de narices frías
de paredes que hablan en su
lenguaje de humedad
sobre avionetas caídas y
otoños recién nacidos
Donde respiro el tiempo
en que no creía en nada
más que en volar
y me hamacaba en los versos
de una canción que mi abuela
cantaba
y cantaba
para dormir a los grillos.










1 comentario:

vic dijo...

Yo también vivo en Talar.
Es raro Talar, es como de la infancia de siempre.
No sé.