Encendí un fósforo y lo dejé quemar para mostrarle que el tiempo era un pirata con tres ojos.
Ella sonreía con ebriedad finjida. Eran todas las estaciones juntas y yo me sentía capaz de todo, con un dios en cada bolsillo.
Después supimos que había pasado de todo mientras nosotras llorábamos porque todo era tan hermoso que dolía.

2 comentarios:

Gaspar Tessi dijo...

te gagan por un peso?
opa
como diria raymond domenech
"ser gagado es un placer para unos pocos afortunados que pueden dicernir la divinidad de lo chato o la chatedad mas chata "

me gusto lo de "ella sonreia con ebriedad fingida"

Cristálida dijo...

me gusta me gusta, interesante