La mañana siempre se despierta antes que yo.
A veces, cuando me levanto, salgo al balcón y me tiro. Es un buen ejercicio descontracturante.
A veces digo "que bello está el día para andar en aurorita", pero pocas veces me hago caso como hoy, y eso que tuve unos sueños horribles de los que todavía no me despierto. Cuando ando en bici así de dormida lo más probable es que me pise un auto o un camión, pero confío en el ángel de la guarda de mi aurorita (las auroritas también van al cielo y tienen ángel de la guarda) que la cuida y yo safo de rebote, porque mi ángel se las tomó a la quinta vez que le cambié el nombre. También se me cruzan algunas ideas como si fueran vacas que se cruzan en la ruta y hay que esquivarlas, como esa vaca de puerto madero que tenía sobre sí pintada otra vaca, nunca me pude recuperar del impacto de haber visto eso, es decir, era como un sueño adentro de un sueño... bueno, ideas como esa se me cruzan y puede ser realmente catastrófico, peor que si se cruzara realmente una vaca, pero bueno, basta con las vacas, lo que quiero decir con todo esto es que la idea de la vaca puede ser peor que la vaca, y que esto se aplica a cualquier otra idea... en fin, vos fijate.

1 comentario:

preGho dijo...

mi muy estimada Mimo, los ángeles de la guarda no se van aunque les cambien el nombre 583 veces, ni que los insultes, ni que los mandes al kiosko a comprar puchos, nosotros somos una mochila que no se pueden sacar...

la idea de un poema siempre es mucho peor que el poema...
creo...

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las vacas son sagradas.